Todos conocemos la operatoria de una compañia de seguros, o al menos, creemos conocerlas. La operatoria, a simple vista, es muy simple. La compañia ofrece una cobertura al cliente, por ejemplo, un seguro para el auto. El cliente paga mensualmente las cuotas del seguro. El cliente sufre un siniestro y le informa a la compañia de seguros. La compañia corrobora la verdad de los hechos y abona el costo del arreglo. Fin de la cuestión.
¿Fin de la cuestión? No lo crea. La operatoria descripta es una vision simplista realizada desde un lado del mostrador, del lado del cliente. Esto es lo que vemos desde el lugar del asegurado. Pero hay mucho más detrás de todo esto, y que intentaremos ir acercando en este articulo. Las Compañias de Seguro, por ley, tambien deben asegurarse frente a imprevistos que ocurran, para poder tener siempre las espaldas necesarias para hacer frente al pago de los siniestros de sus clientes, no solo automotor, sino tambien en los rubros Vida, Hogar y otros más.
Entonces, la pregunta es: ¿quien protege a las Compañias de Seguros? ¿Quienes las aseguran? No es como tener algunas ideas para el diseño de garajes, pero lo cierto es que existe una herramienta llamada reaseguro que es utilizada por las compañias para asegurar su cartera y sus propios bienes. ¿Que es el reaseguro? Podriamos definir al reaseguro como «el seguro del seguro», usando términos de la calle y que podamos entender. No es otra cosa que un contrato que suscribe una compañía de seguros con otra compañía (la reaseguradora), para que asuma parte (o la totalidad) del coste de un posible siniestro. De esta manera, las compañías son capaces de asumir riesgos muy elevados, sabiendo que en caso de tener que abonar ese siniestro, cuentan con su propio seguro.
El reaseguro cumple una función muy importante en todo el sector, ya que protege a las compañías mientras protegen los riesgos de sus clientes, ya sean personas o empresas. La utilizacion de los reaseguros en el mercado asegurador brinda mayor estabilidad y solvencia al sistema, que es quien, frente a sus asegurados, tiene la obligación de asumir el coste de las reclamaciones por siniestros cubiertos por la póliza, sea el valor que sea.